La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. El problema es mundial y está afectando progresivamente a muchos países de bajos y medianos ingresos, sobre todo en el medio urbano.
La obesidad infantil se asocia a una mayor probabilidad de muerte y discapacidad prematuras en la edad adulta. Los niños con sobrepeso u obesos tienen mayores probabilidades de seguir siendo obesos en la edad adulta y de padecer a edades más tempranas enfermedades notransmisibles como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares. Las consecuencias más importantes del sobrepeso y la obesidad infantiles, que a menudo no se manifiestan hasta la edad adulta, son:
– las enfermedades cardiovasculares (principalmente las cardiopatías y los accidentes vasculares cerebrales)
– la diabetes
– los trastornos del aparato locomotor, en particular la artrosis
– ciertos tipos de cáncer (de endometrio, mama y colon).
Para saber si tu hijo tiene sobrepeso u obesidad bastará con calcular el IMC (peso/altura2) y mirar a qué percentil corresponde con estas tablas:
Tablas de percentil para niños hasta 5 años: http://www.who.int/childgrowth/standards/cht_bfa_boys_p_0_5.pdf
Tablas de percentil para niñas hasta 5 años: http://www.who.int/childgrowth/standards/cht_bfa_girls_p_0_5.pdf
Para prevenirlo o tratarlo solo debemos:
– Convertir al niño/a en activo: salir a jugar, ir al parque, practicar algún deporte, hacer actividades extraescolares…
– Mejorar su alimentación: lejos de todo producto procesado destinado a niños y basandola en alimento reales: frutas, verduras, horatlizas, legumbres, cereales de grano entero, semillas, frutos secos…
Si el niño ya está acostumbrado a ese tipo de alimentación deberá desacostumbrarse progresivamente y entender que el consumo de esos alimentos se realizará en situaciones especiales (que no, fines de semana).