Pensar que la pasta engorda es un hecho. Creo que si preguntáramos a 10 personas, 9 nos dirían que sí. Es uno de esos mitos que por más que intentes explicar y justificar, te miran con cara de «Esta tía no tiene ni idea». Pues no señores, la pasta no engorda.
Es una pregunta relativa, porque nada engorda, los alimentos tienen calorías que consumidas en exceso favorecen un aumento de peso pero de ahí a decir que la pasta engorda hay un trecho muy amplio. Así que veamos cómo consumir la pasta dentro de una alimentación saludable de modo que no contribuya ni favorezca el aumento de peso.
1. Come verduras con pasta, no pasta con verduras. Seguramente la proporción de pasta que consumes respecto a la de verdura no es la adecuada. Haz la prueba. Cuando cocines pasta, mira el plato, a bote pronto deberías verlo verde (o al menos de colores, si has usado muchas verduras), si lo ves blanco, estás errando. Ah! y no vale el rojo del tomate. Verduras como tal.
2. La cantidad también influye. Una ración de pasta son 60-80 gramos en crudo. La mayoría toman prácticamente el doble 100 gramos o incluso 120 gramos. Reduce la ración y complementa con más verduras si te quedas con hambre.
3. La frecuencia de consumo, con una o dos veces por semana es suficiente. Puedes consumirla más, siempre que no desplace el consumo de otros alimentos, como las legumbres.
4. El cuándo puede influir. La pasta proporciona principalmente hidratos de carbono, que son nuestra fuente principal de energía. Si los tomamos a la noche, que lo más habitual es hacer reposo e irnos a dormir es muy fácil que favorezcan el aumento de peso. Además dificultarán tu sueño y descanso y empeorarán la calidad del mismo.
5. El tipo de pasta. Elige siempre opciones integrales que puedes alternar con pasta de legumbre.