El corazón ejerce presión sobre las arterias para que éstas conduzcan la sangre hacia los diferentes órganos del cuerpo humano. Esta acción es lo que se conoce como presión arterial.
La hipertensión supone una mayor resistencia para el corazón, que responde aumentando su masa muscular (hipertrofia ventricular izquierda) para hacer frente a ese sobreesfuerzo. Este incremento de la masa muscular acaba siendo perjudicial porque no viene acompañado de un aumento equivalente del riego sanguíneo y puede producir insuficiencia coronaria y angina de pecho. Además, el músculo cardiaco se vuelve más irritable y se producen más arritmias.
Además pertenece a las alteraciones que caracterizan el síndrome metabólico ya que el síndrome metabólico es un grupo de afecciones que te ponen en riesgo de desarrollar una enfermedad cardiaca y diabetes tipo 2. Estas son:
– Hipertensión arterial.
– Glucosa alta en la sangre.
– Niveles sanguíneos elevados de triglicéridos, un tipo de grasas.
– Bajos niveles sanguíneos de HDL, el colesterol bueno.
– Exceso de grasa alrededor de la cintura.
Para corregirlo deberías:
– Dejar hábitos tóxicos: tabaco y alcohol.
– Practicar ejercicio de forma habitual.
– Llevar una alimentación baja en sal y grasas.
– Mantener un peso saludable o perder peso si tienes sobrepeso u obesidad.