Para los días que tenemos que improvisar snacks o comida en el trabajo, os quiero explicar la estrategia a seguir.
Para desayunos, meriendas y snacks, lo ideal es crear una minidespensa personal, no recurrir al vénding y sino tener a mano un establecimiento de alimentación o supermercado, para comprar alimentos sanos. Opciones saludables:
– Frutos secos + frutas desecadas: cualesquiera en cualquier combinación y variedad. Siempre crudos o tostados y sin azúcares añadidos.
– Lácteos: bebidas vegetales y leche + avena o cereales sin azúcar. Yogures + toppings: coco rallado, frutos secos, frutas, cereales, avena, chocolate negro… Panes: versión tostadas o bocadillos, siempre integrales y rellenos de algún paté vegetal, tortilla o atún (si se va al bar).
– Frutas, hortalizas y verduras.
Para comidas de medio día el día que se nos olvida el tupper o nos levantamos sin tiempo para hacerlo. Lo mejor, llevar tupper, sino ir al super, comer de menú o no comer (cosa que no recomiendo).
Si vamos al super, lo más fácil, rápido, sencillo y barato es comprar para hacer una ensalada, pero cuidado! nada de ensaladas ya preparadas. Podemos comprar:
– Lechuga o otras hojas lavadas y listas para el consumo.
– Cherries, cebolla, zanahoria, pepino, pimiento… dependiendo de las herramientas y utensilios de cada uno.
– Parte proteica: embutidos de calidad (como última opción), atún, conservas de pescado, legumbre, quesos, frutos secos…
– Parte del cereal: vasitos de cereales 1 minuto y listo o pan integral.
Si vamos de menú, primeros de verduras y segundos de plancha o legumbres en ensalada. Si son guisadas con tocino o chorizo mejor evitarlas. De postre fruta fresca y para beber agua.
Es fácil y posible si sabes cómo.