Las alergias están mediadas por el sistema inmunológico y las intolerancias por el metabolismo, es decir, los mecanismos son muy diferentes.
La alergia se produce cuando el cuerpo entra en contacto con un alergeno, que es una sustancia que a priori debería ser inofensiva y sin embargo el organismo lo identifica como una amenaza y lucha contra el. Esto puede provocar lagrimeo, estornudos, rojeces, salpullidos…
La intolerancia surge cuando nuestro cuerpo no es capaz de procesar determinados compuestos de los alimentos, por ejemplo la lactosa de la leche. Esto puede provocar náuseas, hinchazón abdominal o diarrea entre otros.
Sustancias a declarar en el etiquetado: cereales que contengan gluten (trigo, centeno, cebada, avena, espelta, kamut), crustáceos, huevos, pescado, cacahuetes, soja, leche, frutos con cáscara (almendra, avellana, nueces, anacardos, pecanas, nueces de Brasil o Macadamia, pistachos), apio, mostaza, sésamo, dióxido de azufre y sulfitos (E-220 a 244 y E-226 a 228), moluscos y altramuces.
Alergias más comunes:
– A partir del año: leche de vaca y huevo
– Entre el año y los 2 años: soja, cereales y pescado
– A partir de los 2 años: legumbres, cereales, frutas y frutos secos.