El sentimiento de culpabilidad y los remordimientos es algo que prácticamente todo el que emprende un cambio de hábito sufre en un momento u otro.
Suele venir al cometer un atracón o simplemente al comer algún producto superfluo o ultraprocesado. Para que esto no ocurra podemos:
– No tener ningún producto del estilo en casa.
– Si estamos sufriendo un momento de ansiedad en que nos apetece mucho, esperar 10 minutos de reloj.
– Si aún así, seguimos deseándolo, comprar únicamente la porción individual
– Tener presente que es algo contemplado en el cambio de hábitos y que a la mayoría de personas les ocurre.
Si a pesar de ello ocurre, debes pensar en lo bien que lo has hecho hasta el momento y no en el criminal en que te has convertido por comer ese dulce o snack ultraprocesado. Refuerza lo positivo y utiliza lo negativo como motivación para superarte y poder mejorar aún más.